Diccionario Financiero
Las inversiones son un camino sinuoso y por lo general no hay señales que anticipen los peligros con los que uno se puede encontrar.
Quienes decidan adentrarse en los mercados financieros, deberán estar preparados lo mejor posible para no perder dinero. Para lograrlo, hace falta tener disciplina, constancia y sobre todo paciencia.
Comprender algunos conceptos esenciales y tener en cuenta cómo funciona la industria, le dará al inversor herramientas que lo ayudarán a tomar mejores decisiones.
Aunque parezca una tarea difícil, en realidad no lo es. A continuación comentaremos los conceptos básicos para lograr ser un inversor disciplinado.
Antes de invertir
El primer paso es romper con el paradigma de que comprender las inversiones financieras es una ardua tarea y que sólo lo pueden hacer quienes trabajan en la industria.
En realidad, todos somos capaces de manejar nuestras propias inversiones sin importar nuestra profesión o experiencia previa. Para ello, es imprescindible ser disciplinado, tener un horizonte a largo plazo y ser coherente en el manejo de nuestras finanzas personales.
Si logramos cumplir con estas simples premisas, no solo alcanzaremos nuestros objetivos de inversión sino que además obtendremos mejores rendimientos que la gran mayoría de administradores profesionales.
Asignación de Activos
Cómo estará compuesta la cartera de inversión es la tarea más importante con la cual se enfrentará el inversor. La asignación de activos es la combinación de acciones, bonos y otras clases de productos financieros, diversificándolas con el objetivo de reducir los riesgos y maximizar los retornos de la cartera.
Un adecuado equilibrio en los activos que componen la cartera, permitirá al inversor estar diversificado y proteger su dinero frente a las caídas de precio en sus activos, para ello, armar una cartera que tenga una amplia exposición al mercado (es decir invertir en distintos productos financieros en distintas regiones del mundo) es clave.
Perfil de inversión
Para poder hacer una correcta asignación de activos, el inversor deberá conocer cuál es su perfil de inversión y para ello necesitará saber:
- Cuál es el riesgo que está dispuesto a asumir (identificar cómo nos sentiríamos frente la posibilidad de perder parte o la totalidad de la inversión original).
- Determinar el horizonte temporal de sus inversiones (período de tiempo que tiene para lograr sus objetivos financieros y de inversión).
- Proyectar necesidades de liquidez por ejemplo para los próximos 5 años.
En base a las respuestas de los puntos anteriores, el perfil de inversión puede ser:
- Conservador (40% en renta variable, 35% en renta fija, 15% en Real Estate y 10% en cash)
- Moderado (55% en renta variable, 28% en renta fija, 12% en Real Estate y 5% en cash.)
- Agresivo (70% en renta variable, 15% en renta fija, 10% en Real Estate y un 5% en cash)
Rebalanceo del Portafolio
Cada activo que hayamos seleccionado para conformar nuestra cartera, representará un porcentaje específico del total de nuestras inversiones. Dadas las vicisitudes de los mercados, esos porcentajes irán fluctuando en el tiempo.
Para evitar los desajustes que se pueden originar en la asignación de activos, el inversor deberá tomarse la tarea de rebalancear su portafolio una vez al año. Esto le permitirá volver a los objetivos de los porcentajes iniciales, controlando el riesgo del portafolio.
El rebalanceo del portafolio se puede dar de las siguientes maneras:
- Invirtiendo nuevo dinero en aquellos activos que han caído por debajo de su asignación de activos objetivo.
- Vendiendo una parte de los activos que han aumentado por encima de su porcentaje objetivo y agregar las ganancias a los fondos que han caído por debajo de este.
- En caso de necesitar liquidez, el inversor podrá retirar dinero de los activos que se han revalorizado más, y así volver a alinear su asignación de activos.
Si te interesa profundizar más sobre asignación de activos, productos financieros, y estrategias de inversión indexadas, escucha los próximos capítulos.
«Si logramos cumplir con estas simples premisas, no solo alcanzaremos nuestros objetivos de inversión sino que además obtendremos mejores rendimientos que la gran mayoría de administradores profesionales»